Lo cierto es que no recuerdo el momento exacto en el que acabe aquí, solo empecé a caminar, y cuando me vine a dar cuenta ya llevaba más de tres días viajando por lugares que ni conocía ni imaginaba que existiesen.
¿Que por qué empecé? Por miedo, por debilidad, por estupidez… Creí que debía alejarme de todo eso que me estaba matando lentamente, arruinando cada parte de mi alma. Simplemente quise irme, olvidar que existió y creer que tenía una vida diferente.
Simplemente eché a caminar, y mira donde me ha llevado, al lugar que mi corazón anhelaba.
Su pelo se mecía de una manera tan hermosa que era prácticamente hipnótico. Su tono pelirrojo brillaba de una manera perfecta junto con el ocaso. Su bella sonrisa al girarse y mirarme, me dibujaba una sonrisa en la cara. «¿Estás bien? Pareces cansado y perdido» dijo, mientras ignoraba que acababa de dar pie a lo que sería la etapa más feliz de mi vida, mis años a su lado.
Here On My Room 