Lo que siento

Te odio. Odio la manera en la que me inquietas y la forma en la que robas mis sonrisas después de habérmelas regalado. Odio como juegas con mis ilusiones como si fuesen meras piezas de puzzle, uno que nunca ansias terminar. Odio como vives haciéndome creer que te he cambiado la vida para luego mostrarme que solo soy alguien mas que ni la altera. Odio el amargo sentimiento que desgarra mi corazón cuando te veo conectada y sin hablarme.

Odio tantas y tantas cosas de ti que es estúpido que te quiera tanto. No comprendo el motivo de esta ironía, del por qué adoro tanto sufrir por ti. Carece de sentido cada pensamiento deprimente que tengo por tu culpa, pero aun así lo añoro cuando no aparece. El saber lo poco que puedo hacer frente a la infinidad de posibilidades que tienen otros a tu lado, es injusto lo mucho que me frustra.  No se cómo actuar, qué decir o a que sentimientos aferrarme. Simplemente me quedo paralizado, viendo como continuas con tu vida sin tener la menor idea del impacto que has tenido en la mía.

Dime, ¿qué hago con este dolor que me engulle cada día?, ¿qué hago con estos celos que me corroen cada segundo sin motivo alguno?, ¿cómo puedo darle sentido a algo tan ilógico?  Tantos aspectos tuyos que desearía conocer, tantas cosas que me gustaría que me respondieras…

Vuelve a mi. Ríe, llora, enfádate, frustrate, rayate… déjame ser el motivo de todos esos sentimientos. Permíteme de nuevo tener estos egoístas sentimientos sin sentirme la mayor escoria del planeta. Permíteme seguir cometiendo errores solo para buscar tu atención, solo para buscar tu cariño. Y por último, permíteme; por ahora y el resto de mis días, decirte lo que siento.